En el prólogo del catálogo que me encargó la fotógrafa Virginia Rota para su nueva exposición en el Centro Andaluz de Instituciones Culturales, el poeta Abraham Gragera escribe sobre la insistencia de su obra en la condición humana.
De su insistencia en bucear en ciertas emociones del ser humano, y de su interés por oír, más que por hablar, Rota decide volver a recorrer España fotografiando el Luto, la Pena…vestigios culturales de los que apenas hoy hablamos. ¿Antropología? ¿Arte? ¿Fotografía? Todo a la vez.
Lo que resulta es su proyecto La Pena Negra, una serie de retratos de personas que viven el luto de algunos de sus seres queridos con el acompañamiento de unos audios donde escuchamos sus voces, vivencias y sentires.
Con todo ese recorrido emocional detrás, despojamos el catálogo de cubiertas y lo envolvimos de blanco. Lápida translúcida, velo blanco: que no oculte, que muestre, que deje escucharnos las voces de quienes lloran y nos permiten ver.