Los hijos más bellos es una creación de Luz Arcas, La Phármaco, para el Ballet de Víctor Ullate.
Para esta obra, quise trabajar esta vez un cartel no fotográfico, utilizando un recurso antiguo ilustrado, desde el cual desarrollé posteriormente las otras piezas editoriales y gráficas y basándome en este texto de Luz Arcas sobre la obra.
«Esta obra nace en cada uno de los cuerpos de los intérpretes. O más aún, es cada uno de sus cuerpos. Cada músculo y cada hueso, sus miradas y sus gestos han sido tratados como ofrendas.
La juventud sigue siendo un milagro, un reducto de lo bello y una excusa para el sacrificio. Es tradición e historia ofrecer a los dioses los cuerpos más jóvenes, los más inocentes, sus deseos incumplidos, su futuro por escribir. Porque no hay mayor violencia que la de ver arder la belleza o la juventud hasta convertirse en cenizas, no hay mayor renuncia que la deshacerse del futuro. Los dioses se alimentan de aquello que posee toda nuestra esperanza.
Actualmente, la juventud y lo bello están quizás más ligados que nunca. No hay nada más poderoso, más codiciado ni anhelado que la juventud. Como si nuestros dioses, invisibles e innumerables, estuviesen más hambrientos que nunca.
Esta obra es una ofrenda, el escenario, la pira, y cada cuerpo un animal sagrado».
| Diseño gráfico y editorial. 2018. Fotografía de Virginia Rota |